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La Fundación

foto Miguel Litton

Carta del Fundador

UNA RAZÓN PARA VIVIR

Hay muchas razones que justifican nuestro paso por este mundo, muchos y variados motivos para vivir. Pero me bastarían para convertirse en el eje de mi existencia: las sonrisas devueltas; el sincero y entrañable agradecimiento de tantos cientos de pacientes y de sus familiares; el entusiasmo y generosidad de mis colegas y colaboradores, en esta tarea que hemos llevado a cabo en los últimos, ya casi treinta años, en Nicaragua, Guatemala, Honduras, Costa Rica, Oaxaca y Kurdistán.

En este espacio vamos a dar cuenta de esta labor, explicando los tipos de intervenciones quirúrgicas que hemos realizado, las iniciativas de formación, el número de personas atendidas y de expediciones. Vamos a reproducir testimonios de pacientes y médicos, pero el primero de ellos debe ser el de mi gratitud por haber tenido la oportunidad de vivir esta experiencia.

Como tantas otras cosas, esta labor nació casi por casualidad, con motivo de un viaje a Nicaragua en 1989. En aquel momento observando la realidad médica y sanitaria de este querido país hermano fui consciente de cuánto esfuerzo había que hacer para ayudar a aquellas personas. No puedo decir otra cosa que el contraste con aquella realidad removió mi conciencia y mi voluntad de tal manera que, desde entonces, mi tiempo disponible y mis recursos de una u otra naturaleza tienen en las Brigadas (Médico-quirúrgicas), mi norte y mi guía. Luego mi vocación médica, la constancia, la colaboración esencial de tantos colegas y amigos, la generosidad de muy diversos mecenas, han hecho posible que este proyecto cogiera vida propia.

El contraste con aquella realidad removió mi conciencia y mi voluntad de tal manera que, desde entonces, mi tiempo disponible y mis recursos de una u otra naturaleza tienen en las Brigadas (Médico-quirúrgicas), mi norte y mi guía.

Desde mi primera visita, mi mente y mi corazón hicieron de Latinoamérica objetivo prioritario de atención y dedicación. El mismo sentimiento desarrollaron también aquellos colegas urólogos que quisieron seguirme, de forma tan desinteresada como la mía, en la consecución de tan noble fin. Hemos practicado allí cientos de intervenciones quirúrgicas, todas ellas centradas en problemas de difícil resolución y que, con seguridad, quedaban fuera del alcance de sus propias posibilidades. Hemos recibido el reconocimiento y el cariño, tanto de los beneficiarios directos de nuestro trabajo, como de sus familiares y conciudadanos, y también de las autoridades. El móvil médico quirúrgico fue convirtiéndose en germen de solidaridad, de convivencia, de intercambio de afectos, de armonía entre pueblos y naciones, hasta el punto de haber transformado nuestras vidas y de habernos proporcionado a todos nosotros una razón para vivir, nueva y distinta.

Gracias.

Miguel Litton, Urólogo

Nuestra Mision y Vision

La Fundación se constituye con la idea de perpetuar en el tiempo la labor altruista del Dr. Litton Muñoz y del equipo de colaboradores de las Brigadas Urológicas: trasladar a otros países con menores posibilidades los conocimientos, capacidades clínicas, tecnología médica, iniciativas de investigación y, en definitiva, los beneficios individuales y colectivos derivados de un más amplio desarrollo de su especialidad médica, la urología. Y tal traslación deberá llevarse a cabo de forma estructurada, organizada y sostenible, requisitos estos para poder crecer en el tiempo -garantizando su pervivencia de cara al futuro-, y en el espacio -aumentando el número de países que puedan beneficiarse de su actividad.

La Fundación se constituye con la idea de perpetuar en el tiempo la labor altruista del Dr. Litton Muñoz y del equipo de colaboradores de las Brigadas Urológicas

Nuestra misión es alcanzar, siquiera como aspiración, la visión de la Fundación expresada arriba, exige, como cualquier otro logro de carácter organizativo, medios humanos y materiales. Su provisión será una de las primeras funciones de la Fundación. De esta forma, la Fundación deberá procurar la generación de capas amplias de consenso alrededor de la labor del Dr. Litton, y ello exige darla a conocer, involucrar en ella a personas que, por su relevancia o capacidades, avalen el ejemplo que supone, y también que garanticen su continuidad en el tiempo a través de su contribución directa o indirecta.

En el mismo orden de cosas, la Fundación velará porque el ejemplo profesional del Doctor sea seguido, en orden a lograr la continuidad en el flujo de profesionales que deseen continuar su labor.

Y por último, la Fundación deberá afianzar la sostenibilidad financiera de las actividades derivadas de la persecución de la visión expresada arriba.

Se trataría, en definitiva, de profesionalizar la gestión de una actividad que hasta hoy ha descansado sobre la voluntad y el trabajo del Doctor y un pequeño grupo de colaboradores estructurándola, organizándola, dándola a conocer y proyectando hacia el futuro cuanto de ejemplar encierra, garantizando su continuidad.

Nuestra Historia

A comienzos de la década de los 90, un viaje del Dr. Litton Muñoz a Nicaragua, llevado a cabo por razones estrictamente personales, le permitió conocer la realidad médica y clínica del país en lo concerniente a su especialidad, la urología, y desembocó con carácter prácticamente inmediato en una serie de actuaciones profesionales, intervenciones quirúrgicas y disertaciones magistrales puntuales sobre las que cabe, en estos momentos, situar el germen de esta Fundación para la Cooperación Médico Quirúrgica Miguel Litton.

A aquel viaje iniciático siguieron después varios otros a la región, ya con el objetivo de contribuir, de forma solidaria, al desarrollo sobre el terreno de su especialidad médica; practicar intervenciones de urgencia o especial dificultad; pronunciar conferencias; celebrar sesiones técnicas para compartir experiencias y buenas prácticas y, en definitiva, ayudar a resolver problemas médicos de nivel en condiciones de alta o extrema necesidad. A la contribución personal el Dr. Litton, de la de distintos especialistas españoles que se fueron incorporando a su instancia a la iniciativa, se añadió con el tiempo el trabajo de profesionales médicos locales que, ya en diferentes lugares, fueron armando una red de solidaridad cuyos resultados fueron medibles y valorables prácticamente desde el inicio mismo de la actividad.

Y de que, por lo tanto, la semilla de cuanto hemos venido haciendo arraigue en aquellas tierras y en otras con la garantía de crecer sana, fuerte y perdurable.

Actividad que, por otra parte, se llevaba a cabo de forma más posibilista que estructurada, debido a las responsabilidades que sus protagonistas habían de seguir desempeñando en España y también a la ausencia de un esquema de financiación de su actividad filantrópica mínimamente estable, que dotase a las para entonces ya denominadas Brigadas Urológicas de una cierta capacidad para prever y organizar su dedicación a aquellos países.

No obstante, la organización de algunos congresos internacionales, apoyos financieros puntuales de determinadas entidades privadas y la colaboración con distintas organizaciones no gubernamentales contribuyeron a la continuidad de la actividad de las Brigadas hasta situar sus resultados en muy altos niveles de aprecio ciudadano y también público, por parte de las autoridades de la región. Este reconocimiento actuó también como catalizador de las relaciones entre distintas instancias latinoamericanas y españolas, institucionalizando por la vía de los hechos la importancia de cuanto las Brigadas llevan trabajado y conseguido hasta la fecha.

Después de treinta años, con nuestras responsabilidades en España totalmente vigentes, queremos ordenar, sistematizar y, en último extremo, perpetuar todo lo que hemos venido haciendo hasta ahora

Después de treinta años, con nuestras responsabilidades en España totalmente vigentes, queremos ordenar, sistematizar y, en último extremo, perpetuar todo lo que hemos venido haciendo hasta ahora. Y esta, y no otra, sería la razón de ser de esta Fundación. De acuerdo con el conocido proverbio chino, se trataría no ya de proporcionar peces a aquellas gentes, sino de enseñarles a pescar.

Patronato

Miguel Litton Muñoz

Miguel Litton Muñoz

Presidente

José Manuel López

José Manuel López

Vicepresidente

Manuel Esteban

Manuel Esteban

Vicepresidente

Carlos Litton

Carlos Litton

Gerente

Fernando Ferrando

Fernando Ferrando

Patrono

Antonio Muñoz

Antonio Muñoz

Patrono

Luis Abril

Luis Abril

Patrono

Luis Pérez

Luis Pérez

Patrono

En colaboración con